Del mismo modo que ocurre en las personas, el sistema nervioso de los animales se ve alterado con el paso de los años.
La disfunción cognitiva se podría definir como aquellas alteraciones que afectan la función mental de nuestros perros y gatos provocando cambios de conducta que se producen por la pérdida de la capacidad cognitiva y del comportamiento aprendido de una manera muy parecida a como lo haría el Alzheimer en humanos.
Los especialistas en comportamiento animal identifican cinco áreas distintas en las que se producen las distintas alteraciones:
1. Actividad: esta puede verse incrementada o disminuida. Algunos ejemplos podrían ser el mostrarse agitado, vagabundeando sin rumbo, con síntomas de ansiedad o por el contrario notarle apático o con depresión.
2. Desorientación: puede que reconozcan menos a familiares, lugares concretos o animales conocidos. Se pierde en lugares habituales, cuando nunca antes le había ocurrido.
3. Interacción y socialización: algunos ejemplos en este área serían el que se vea disminuido su interés por jugar o interaccionar. Otras veces ladra, llora, gime o maulla sin ninguna razón aparente. Incluso a veces se muestra irascible y agresivo.
4. Ciclo sueño-vigilia: el ritmo del ciclo sueño-vigilia se puede ver alterado y podemos encontrarnos con animales que duermen agitados o se despiertan por las noches y durante el día pasan durmiendo más horas de las habituales.
5. Pérdida de los hábitos higiénicos: se orina dentro de casa en lugares distintos cuando antes no lo hacia, hace pis sin mostrar signos de que lo vaya a hacer, hace en casa sus necesidades aún saliendo a pasear con frecuencia, etc.
En general muchas personas, por falta de información, ven estas conductas como "normales" porque su compañero se hace mayor. Esto está alejado totalmente de la realidad y existe tratamiento para esta enfermedad. Este debe aplicarse para minimizar los signos clínicos asociados a la demencia y senilidad y para frenar la progresión de la pérdida de la cognición. El tratamiento debe abordar estas tres vías : el uso de medicamentos específicos, la intervención en el comportamiento y el enriquecimiento ambiental.
A parte de los fármacos y nutracéuticos específicos para ello, que será siempre el veterinario quién valore que tipo de medicación es la adecuada para nuestro perro o gato, nosotros podemos ayudarle de otras maneras, estimulando su mente y su entorno:
- Es importante mantener a nuestro perro o gato con un peso correcto, dándole una dieta adecuada, ya que de lo contrario, favoreceremos una vida excesivamente sedentaria y con falta de actividad y estimulación.
- Saque a su perro a dar paseos cortos, 3 ó 4 veces mas que un único paseo largo. Esto además de ofrecerle numerosos estímulos le proporcionará el ejercicio adecuado para un buen mantenimiento de sus articulaciones.
- Practica con él indicaciones simples como "sienta", "tumba", "dame la patita", (siempre con señales claras y concretas) y sin olvidar reforzar positivamente la realización de estos ejercicios recompensándole con premios y caricias (refuerzo social).
- Juegue con su perro o gato (a la pelota, pilla a pilla, con un plumero, etc) usando recompensas si es necesario, esto le estimulará mentalmente a la vez que mejorará vuestro vínculo.
- Si su perro ha empezado a orinarse dentro de casa, ayúdele a reaprender otra vez las normas, acompañándole al exterior de forma frecuente. No olvide gratificarle cariñosamente y premiarle si hace sus necesidades fuera y no le riña ni castigue NUNCA si ha orinado o defecado dentro de casa, esto solamente empeorará el problema y dañará su estado emocional.
- Juegos de olfato: como ya hemos resaltado en otras ocasiones, los juegos de olfato son de gran ayuda para estimular a nuestros perros gracias a su gran capacidad olfativa. Esto les proporciona mucha información del entorno, les estimula mentalmente de forma muy positiva y además disfrutan enormemente con ello.
- El sentido del oído y la vista se deterioran con la edad, podemos ayudarles con distintos aromas para marcar "zonas importantes de la casa". Por ejemplo delante de la puerta que lleva al exterior para que le ayude a saber delante de que puerta debe sentarse para pedir ir a pasear para hacer sus necesidades.
- Juguetes interactivos: este tipo de juguetes son una excelente herramienta para mantener entretenido a nuestro perro y estimular su capacidad cognitiva. Actualmente existen muchos modelos en el mercado e incluso tutoriales para hacer juguetes caseros.
- Terapia craneosacral: esta terapia actúa a nivel del sistema nervioso por lo que es una excelente ayuda para retrasar el envejecimiento cerebral. Además elimina dolor y malestar general, aporta energía y vitalidad y mantiene la funcionalidad de los órganos, por lo que en perros mayores les ayuda a mejorar notablemente su calidad de vida.
Si queréis ampliar la información sobre esta enfermedad clickar en este enlace. En él encontrareis información muy interesante sobre el síndrome de disfunción cognitiva:
http://argos.portalveterinaria.com/noticia/7886/articulos-archivo/problemas-de-comportamiento-en-perros-seniles.html
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